Con la medicina actual se conoce mucho sobre las enfermedades. Pero existe otra manera más efectiva de conocerlas: enfermarse. Una enfermedad siempre nos deja una mala experiencia, y más aun si estamos ocupados o planificando algo.
Muchas enfermedades están asociadas a nuestro modo de vida, algunas en su mayoría, ligadas a nuestro entorno laboral. Sin ponernos a evaluar los perjuicios que estas traen restando nuestra productividad, las más frecuentes siguen estando relacionadas con el estrés o la mala alimentación, como la gastritis o la obesidad.
¿Alguna vez te has puesto a pensar cuánto cuesta enfermarse? ¿Cuánto pierdes cada vez que estás enfermo?
Enumerando lo que nos arrebata una enfermedad encontramos:
1. Dinero
Curarnos de una enfermedad supone mucho gasto. Más gasto aun si un medicamento que nos recetan no surte efecto o resulta débil para tratarnos. Siendo gerente de empresa esto es más delicado; faltar un día por estar enfermo al trabajo o que un colaborador falte por la misma razón puede echar a perder el progreso del día y generar a la larga grandes pérdidas económicas.
A esto sumémosle el hecho de que no todas las enfermedades son tan «compasivas» como el resfriado. A más peligrosa sea una enfermedad, más complicado y, por lo tanto, más costoso será su tratamiento.
Si usted dirige una empresa pequeña y por enfermedad falta un colaborador ¿Cuánto atraso te genera esa falta?
2. Tiempo
El tiempo es más valioso que el dinero. Uno puede ganar dinero o recuperarse de una crisis financiera, pero el tiempo no resulta tan accesible. Muchas veces cuando nos enfermamos, dejamos de hacer muchas actividades que nos gustan o necesitamos realizar, desde una gripe que puede dejarnos un día en cama, hasta enfermedades que pueden dejarnos internados en el hospital o, en el peor de los casos, condenarnos a una vida en silla de ruedas o en estado de coma.
Sin embargo, no hay tiempo o dinero que se pueda intentar recuperar si la enfermedad nos arrebata lo más importante: la vida.
Al año, se estima que tan solo las enfermedades cardiovasculares causaron 17.5 millones de muertes en el 2012 y en la actualidad son la principal causa de muerte en el mundo. Lea y analice las siguientes preguntas:
¿Padece de obesidad, hipertensión arterial o hiperglucemia (altos niveles de azúcar en sangre)?
¿Fuma a menudo?
¿Consume mucho bebidas alcohólicas?
¿Consume mucho bebidas alcohólicas?
Si sus respuestas fueron positivas, el riesgo de que usted padezca en el futuro de un ataque cardiovascular es más alto que en personas que respondieron que no.
La clave para ahorrarnos tanta pérdida y sufrimiento es la prevención y la buena alimentación, la gran mayoría de los males son consecuencia (a la larga) de una mala alimentación, hemos aprendido mucho pero NO a alimentarnos.
Para reducir el riesgo de enfermarse hay que practicar los siguientes hábitos:
- Gozar de una buena alimentación
- Hacer constantemente ejercicio
- Mantener una adecuada higiene personal, ambiental y de los utensilios de uso diario (incluida la ropa)
- Tener las vacunas al día
- Evitar posibles agentes infecciosos
- No compartir objetos de uso personal