Si te digo que destapes la felicidad, ¿a qué te recuerda? La felicidad en el marketing ha tenido mucha eficacia desde el siglo pasado.
Incluso podemos reconocer al llamado «marketing de la felicidad» como una tendencia no tan nueva. Todo cobra más fuerza cuando vemos que gigantes como Coca Cola son ya expertos en esta materia.
Sin embargo, y pese a seguir teniendo fuerza, los tiempos han cambiado. Conoce los detalles de por qué vender felicidad no es lo mismo de antes:
La nueva era del progreso
El marketing moderno sienta sus raíces en los cambios necesarios para afrontar la crisis económica del siglo anterior.
La recuperación empezó a surgir de una era de derrotas. El estrés constante hacía a la gente, entonces, más influenciable por estos mensajes, como si fuese un placebo. Pero con la llegada del nuevo siglo y oportunidades revolucionarias de negocio, es un nuevo amanecer de optimismo.
Cuando se abusa de la felicidad en el marketing
Debemos aceptarlo, la gente se harta, tarde o temprano, hasta de la mejor publicidad. La sociedad ahora es más crítica respecto a lo que consume.
Las marcas ya se han dado cuenta que seguir usando la felicidad en el marketing ya no rinde. Otras, como es Coca Cola, son más sutiles al momento de hacer sus campañas.
Con el paso del tiempo, incluso, han surgido campañas exitosas haciendo todo a la inversa. Porque parodiar la saturación de la felicidad puede traer buenos resultados.
La amabilidad es el nuevo boom
2018 es el año de los videos por Internet, de los momentos en comunidad pero a su vez de la amabilidad.
La empatía ha alcanzado un nuevo nivel en el trato con los clientes. Sea con campañas de unión familiar durante las fiestas, amigos el fin de semana o aprovechando ciertas fechas.
Pero sobre todo, ya muchos saben que la gente no busca publicidad, sino como resolver sus problemas. La felicidad, como es de esperarse, es una prioridad cada vez menor.
Ojo, este cambio no es para que se deje de darle un buen momento al consumidor. Al fin y al cabo, todos buscamos un mensaje positivo o una dosis de optimismo. Solo no exagerar.
ANUNCIOS DE TERCEROS