La inteligencia artificial es una revolución si hablamos de tecnología. Desde hace unos años, ya algunos expertos vaticinaban los cambios que traería la popularización de las IA. El marketing y los canales de comunicación serían los principales focos de cambio.
La inteligencia artificial forma parte, además, de la «industria 4.0«; esta es una razón más sólida para afirmar que será parte indispensable de nuestra vida. Los beneficios que todo esto traería al campo del marketing y el beneficio de las marcas se sintetizan de la siguiente forma:
Automatización más allá de lo alcanzado
Los chatbots ya demostraron su éxito. Pero más allá de simplemente responder las dudas de los clientes, la IA tiene múltiples alternativas de uso general. Algunas, por ejemplo son:
- La recolección y selección de datos específicos.
- Participan del proceso creativo, pero no tienen la autosuficiencia para mantener todo el proceso.
- Filtrado de correos spam
Los marketeros, sin embargo, no se conforman con decir que la inteligencia artificial es un simple asistente de trabajo. Las expectativas giran en torno a un uso cada vez más amplio, en base a la confianza que genera.
En general, la IA es vista para ellos como una futura herramienta que facilitará mucho su trabajo. Su aplicación será de vital importancia para la generación de contenido de valor.
La compra de espacios publicitarios es una de las formas posibles en las que ahorraría tiempo y dinero.
La inteligencia artificial adaptativa y los asistentes de voz
Amazon apostó (con éxito) por Alexa, uno de los asistentes de voz más conocidos de la actualidad. La ventaja que tienen Alexa y unos otros pocos asistentes de voz es que cuentan con una inteligencia artificial que se adapta a las respuestas del cliente.
De igual manera que una inteligencia artificial puede responder las necesidades del cliente, podría facilitar procesos de suscripción y compra. El problema radica en que en este último caso, existe la posibilidad de que los comandos de distinción de productos no sean los adecuados. Al ser un proceso molesto, sería perjudicial para ciertas aplicaciones.
Incluso las compras físicas…
Amazon Go es toda una idea nueva. Con un aplicativo descargable y una cuenta de Amazon es suficiente para comprar en esta tienda. Es todo un sistema que evita hacer colas para pagar y, por medio de códigos y sensores, ¡la misma tienda sabe qué compras! Todo es obra de la tecnología que el establecimiento posee y que escanea cada estantería, indicando qué clientes y productos van y vienen del local.
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