Viernes por la noche, días festivos, cumpleaños, navidad, etc, momentos en donde prima la felicidad general y el optimismo. Y a su vez, son cuando uno gasta (mucho) más que nunca. Para algunos, incluso comprar resulta una «terapia».
Este hecho no es una simple coincidencia, porque se da en muchísima gente y, como puede esperarse, tiene una explicación.
Los estudios lo corroboran
Someter a un participante a una experiencia agradable y relajante fue parte de un estudio de la Columbia Business School. Como resultado, arrojó que el 12% estaba dispuesto a gastar más.
La felicidad general y las compras como efecto manada
Este hecho solo se confirma en casos donde la situación general sea favorable. En situaciones de crisis, por ejemplo, existe un retroceso general de ventas.
Ahora repasemos, ¿no son las fechas del inicio momentos de buen clima emocional? Los hábitos de gasto y consumo son algo que las campañas de marketing saben aprovechar, y funcionan bien.
El principal motivo responde a un efecto manada, unos cuantos siguen un comportamiento y el resto se adapta a ese comportamiento.Si a este proceso se le suma el entretenimiento o diversión, se hace más afín a los gustos del consumidor.
El caso de España
Muchos saben que España ha estado mucho tiempo en una etapa de crisis. Tan solo entre 2007 y 2014, los gastos generales en hogares cayeron en cerca de un 9%, con picos cercanos a los 16% en diferentes ciudades del país.
Este clima de pesimismo empeoró aun más en los primeros trimestres del 2008 y 2013. El consumo privado decayó hasta un 12.6%.
El caso de Dinamarca
Los países considerados más felices (Suiza, Noruega,…) son los que mejor condición económica tienen. A su vez, son países que gastan mucho más. Dinamarca, uno de los países con mayor felicidad general del mundo.
Y es que, luego de media década de tasas de interés negativas, el aumento de los valores de las propiedades en Dinamarca ha favorecido su situación. La media de familias cuenta con unos activos netos de 1,9 millones de coronas (255.000 euros), según el informe más reciente sobre riqueza de los hogares.
Con menos deudas, un clima de calma y optimismo, los daneses tienen la vía libre para gastar más que nunca.
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